miércoles, 10 de agosto de 2011

CUARTO OSCURO

Una mirada, un ángulo, una perspectiva, una toma…
Y ¿qué pasa después de que el obturador se abre y se cierra dejando  congelada una imagen, un momento…? El mundo sigue girando y la situación que creíamos perfecta para ser “capturada”, en cuestiones de segundos, ya no existe. 
Luego nos queda ese mágico momento del revelado, en el que descubrimos verdaderamente qué es lo que tenemos, vemos formas dibujarse y diluirse, nuestros miedos y frustraciones se convierten en sombras oscuras, en contrastes, en juegos de luces… y cuando finalmente tenemos la fotografía en nuestras manos, nos damos cuenta de que la situación que tanto admiramos días atrás ha quedado ahora en el pasado, un pasado que sólo se conserva como ases de luz en un papel fotográfico que sí forma parte del presente. ¿Y ahora, una nueva toma? ¿Qué hay detrás de ese revelado, qué consigues en el cuarto oscuro que, paradójicamente, pareciera ser una ventana hacia la luz, a la verdad…? ¿Cuál es el fondo de esa imagen convertida en forma?

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