viernes, 12 de agosto de 2011

"Si me raspas, te raspo yo a ti"

“Si me raspas, te raspo yo a ti”. Estas fueron las palabras que pronunció un joven de secundaria en un liceo en Caracas, luego de que su profesora le indicara que estaba aplazado en su cátedra.
Resulta curioso como ese verbo “raspar”, acuñado por la sociedad venezolana a través del tiempo y utilizado para referirse al no aprobar una asignatura o una evaluación, puede también ser aplicado a otros contextos para nada “académicos”, como lo es el de la violencia. En este contexto el raspar tiene una connotación de muerte, termina siendo un sinónimo de matar.
Esta situación puede parecer un poco inverosímil para quiénes en algún momento del pasado ejercieron la docencia, o de alguna manera estuvieron ligados a un aula de clases venezolana. Para ellos, inverosímil y hasta sacado de un cuento de terror, pero para quienes se desenvuelven en este contexto en la actualidad, no resulta ser más que la simple realidad, cruda, fuerte, triste… pero realidad al fin. 
Hace unos años, exactamente en los primeros de la década de los cincuenta, se comenzó a hablar en psicología del aprendizaje social. Esta teoría explicaba de acuerdo a qué estaba ligado el comportamiento de los individuos en sociedad.
El reforzamiento positivo, negativo, el castigo y la extinción son los mecanismos mediante los cuales se afianza o no un comportamiento en un individuo, según la teoría antes mencionada. La aplicación de estos términos es bastante pertinente si buscamos analizar el porqué de reacciones como la del alumno que amenaza a su profesora con matarla si esta le “raspa” la materia.
El reforzamiento positivo consiste en brindar una consecuencia positiva luego de haberse presentado un comportamiento deseado. El castigo, por su parte, se presenta cuando un hecho desagradable sigue a un comportamiento y, al tener éste una consecuencia punitiva en el individuo que lo realiza, sedisminuye la frecuencia del comportamiento indeseable.
Subrayo términos como “consecuencia positiva” porque ¿qué es lo positivo actualmente en la sociedad venezolana? ¿Será positivo el aprobar una materia sin importar lo que cueste, incluso una vida? ¿El fin justifica los medios?
Aristóteles dijo que la excelencia moral es resultado del hábito. ¿Estamos habituados los venezolanos a la excelencia moral? La teoría del aprendizaje social no sólo sigue teniendo vigencia en la actualidad, sino que tiene cabida en la situación del alumno con la profesora. Quizás para este individuo, resulta ser un reforzamiento positivo el que la profesora, en efecto, le apruebe la materia luego de recibir esta amenaza.
Se cumplió con el reforzamiento positivo, sólo que no se dio luego de un comportamiento deseado. Es claro que hubo un hecho desagradable, sólo que no tuvo una consecuencia punitiva; es decir, el elemento del castigo no estuvo presente. Y ¿por qué no estuvo?
¿Tiene esto un poco que ver con aquellos dibujos que vemos pintados en las calles caraqueñas que dicen cosas como “si la policía es quién nos protege, quién nos protegerá de la policía”? Si la ley es justamente el elemento mediante el cual se obtienen los delitos, ¿con qué instrumento contamos los venezolanos para velar por el cumplimiento de nuestras normas sociales y el mantenimiento de nuestra moral? ¿Se hace la ley con base en la moral o la moral se basa en la ley?
Quizás la sociedad venezolana se encuentra tan golpeada que ni siquiera su moral la tiene clara y sus actos no son consecuentes con lo “esperado”. Podría pensarse que es tanto lo que se ha perdido que no hay patrón legal ni moral de comportamiento y, por tanto,  no hay a qué serle consecuente.

Amanda Sánchez

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